168 págs.
Ediciones Arete
1985, Argentina
Precio para Argentina: 25 pesos
Precio internacional: 6 euros
La Argentina como Misterio continúa y profundiza la labor esclarecedora de Alberto Boixadós en diversos ámbitos de la cultura. Sus sorprendentes libros Arte y Subversión y Revolución y el Arte Moderno, de gran actualidad en el campo de la crítica artística, se alternan con obras de ficción: Primavera Sagrada (relato poemático) y su novela lírica Siembra de Silencio.
En la línea de pensamiento implícita en este libro el autor publicó Literatura y Poder, Cartas de Viaje, España entre Europa e Hispanoamérica y recientemente Política en la Cultura de masas.
La Argentina como Misterio es una síntesis acertada que procura reflejar la compleja realidad de nuestro pueblo argentino, donde confluye la experiencia vital, artística y trascendente del autor, quien procura captar y expresar las vertientes que patentizan el torrente de lo argentino en sus frustraciones y especialmente en sus posibilidades. No es negativo afirmar —como lo hace el autor— que las distintas dirigencias desde hace muchísimos años han fracasado en la tarea esencial a cumplir en esta sufrida y esperanzada tierra argentina.
Alberto Boixadós estudió letras, Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad Nacional de Córdoba, donde ejerce la docencia en las cátedras de Introducción a la Literatura y Literatura Universal. Alterna esta labor con la de escritor y periodista. Colabora en publicaciones argentinas y extranjeras. Ha sido becado en distintos períodos de su vida en España, Inglaterra y los Estados Unidos, habiendo dictado conferencias en distintos países de Europa y América.
ÍNDICE
Introducción
I. TIERRA Y PUEBLO
Territorio y voz. Conquista y poblamiento 17
El nombre de la Argentina 23
El virreinato. Buenos Aires y la Argentina 25
El argentino típico 29
La Argentina visible y la invisible 30
“Un joven argentino habla de su patria” 31
Pueblo llano y salud de las minorías selectas 36
Ideas bajo las cuales se realizó nuestra independencia 38
Masificación y dirigencia 40
El mundo de la comunicación y la electrónica 43
Télepolítica. Influencia de la T.V. en los argentinos 44
Desarraigo e infidelidad 46
Lo que puede llegar a hacer una comunidad sana 47
II. PENSAMIENTO
Corrientes francesas de pensamiento que a través de España, influyen en nuestra patria desde antes de la independencia 51
Las humanidades y la vida 52
“Tradición, Ilustración y Romanticismo en las luchas por la definición del ser nacional” 55
La Revolución Romántica: una nueva Revelación 57
El “ánimo romántico”, detectado ya por Platón, Shaftesbury, Diderot, Rousseau 58
La generación del ’80 62
“La crisis, nacionalización del capital extranjero” de José Blanco, uno de los orígenes del ahogo económico que padecemos 63
Echeverría. Alberdi. Ricardo Rojas. Manuel Gálvez 65
Defectos y virtudes del argentino 68
Joaquín V. González: “Ley histórica de la discordia intestina”, explicada en El juicio del siglo (25 de mayo de 1910) .. 71
Historia de una pasión argentina, de Mallea. “(…), el mundo visible y el mundo invisible (…), la Argentina de la inautenticidad, de la representación (…) y la que se ocupa y preocupa por la patria” 73
“El invierno nuclear”. ¿Qué fuerzas pueden detener este desenfreno armamentista y potencialmente aniquilador? 77
III. POESÍA
El primer poeta lírico argentino: Luis de Tejeda 81
Poesía religiosa y poesía mística en la Argentina . 83
Nuestros grandes poetas: José Hernández, Leopoldo Lugones… 84
Martín Fierro. El Viejo Vizcacha y la viveza criolla 85
Santos Vega y Juan Sin Ropa 90
Leopoldo Lugones 93
Prólogo de El Payador y la clave para entender dos grandes corrientes políticas y de pensamiento que polarizan lo argentino. “La docencia de la épica” 96
Lugones: agente de una íntima comunicación nacional entre la poesía del pueblo y la mente culta de la clase superior .. 102
¡Urge sobre todas las cosas la espiritualización del país! clama Lugones en el prólogo a Prometeo el año del Centenario.
¡Llenar con agua el cántaro vacío! 103
El libro de los paisajes. Las horas doradas 105
Itinerario de ida y vuelta. La hora de la espada. Poemas solariegos. Romances de Rio Seco 105
“Literatura argentina y conciencia territorial”. Rehallazgo del país 188
Carlos Obligado y su poema Patria 109
El conocimiento poético y su valor universal 111
IV. TRASCENDENCIA
El sentido de lo sagrado 115
Posición de la Argentina y Occidente en su inserción histórica 120
Ideólogo y pensador 122
Ideologización de la Iglesia 124
La Enciclopedia como nueva revelación 129
El marxismo, rival del cristianismo. La teología de la liberación. La teología de la Esperanza. El cristianismo ateo .. 130
El elemento desconocido e imprevisible de la Historia 134
Los verdaderos artífices de la Historia 137
Solzhenitsyn: “Alerta a Occidente”, “La decadencia del coraje”, “Discurso de Templeton” 138
Dostoievski y “El Gran Inquisidor”. Las tres tentaciones y los argentinos 145
Falacias que cunden en nuestro pueblo 153
Preguntas que debemos formularnos 154
APÉNDICES
I. “Por una sociedad ética” 157
II. “Posibilidades de la computadora” 158
III. “El número de la Bestia” 159
IV. “La era tecnotrónica” 162
PREFACIO
Un patriótico imperativo nos impone el deber de contemplar la realidad argentina, meditar acerca de ella y expresarla con el vigor que surge de lo hondo del ser en el marco del misterio trascendente.
Ciertas publicaciones notorias no ayudan mucho a una comprensión integral de todo lo que está en juego, ya sea porque apelan sólo al sentimiento, a la inteligencia y, a veces, a la utopía.
Se impone pues, estar en posesión o querer poseer un mínimo sentido histórico rico y actuante, es decir, rescatar con conciencia clara el ser del pasado, y vivificar lo que está vigente en nuestros días. Ello obliga a conocer las líneas esenciales que, con fuerza presionante se mueven en nuestra nación, en nuestra región (el Cono Sur) y en el mundo actual.
La captación de la realidad de ningún modo debe llevarnos a un estado de desesperación nacional, por el contrario, la visión debe engendrar la Esperanza, que conjuntamente con otras virtudes esenciales, mueve montañas.
El anhelo de lectores conocidos y en especial desconocidos han impulsado la segunda impresión, con leves modificaciones, de este modesto libro.
CITA
”… descubrir el ser tan olvidado del argentino reino”.
Martín del Barco Centenera Año 1602
“La fuerza de una institución política así como la de un estilo artístico depende, no de su racionalidad abstracta o de su belleza, sino de su comunión con la cultura viviente. La imitación más fiel de una antigua obra de arte no puede hacer revivir un estilo desaparecido una vez que la tradición viviente ha muerto. Y así como una moda artística o literaria puede ser imitada en una forma externa y artificial, así también un pueblo puede adoptar las formas políticas y sociales de una cultura diferente sin haberlas incorporado vitalmente. Si ese proceso es llevado bastante lejos puede implicar el fin de una cultura viviente y así resulta posible que un proceso abstracto y superficial señale una declinación vital…”.
Christofer Dawson: “Progreso y Religión”
INTRODUCCIÓN
La vida, el amor, la muerte, son realidades que nos conmueven profundamente, pero “en la medida en que nos aproximamos a dichas categorías como algo que hay que discutir y resolver y no como algo que hay que asumir” equivocamos el camino. Porque nadie podrá nunca resolver el problema de la vida, del amor, o de la muerte, sencillamente porque no son problemas.
En consecuencia, no es pertinente hablar en última instancia —en una instancia donde está encerrado todo el sentido y el significado de un pueblo— del problema de esa nación o del problema de ese pueblo. Porque el problema siempre está reducido a términos lógicos que lo encuadran o dan sus premisas y siempre se tratará de encontrar para el mismo, por inmenso que sea, solución o soluciones. Para una nación, podrán buscarse soluciones económicas, políticas, sociales, pero la nación, en su instancia vivencial profunda, nunca cuajará en una solución o soluciones.
Queremos referirnos a aquellas categorías de la realidad que por su magnitud exceden lo problemático.
Realidades que florecen en el seno del misterio y cuyo calor sentimos solamente cuando el alma está en estado de acogimiento, de disponibilidad y participamos de su misterio, en estado de fidelidad.
Para penetrar por esta vía en un pueblo se requiere una cierta humildad; apartar toda pretensión estadística y toda pretensión cuantitativa. Es imposible en este orden tratar de calar hondo en un pueblo, sin haberse penetrado uno mismo en cierta medida, sin haber eliminado lo que es falso aparato, sin poseer interioridad. Se requiere, además, una determinada ascesis, no siempre fácil. Es lo que solicitaba Mallea para vislumbrar y alcanzar la Argentina invisible.
Se aclarará, tal vez, nuestro planteo inicial, acentuando la diferencia que diversos pensadores establecen entre problema y misterio.
Problema, en el sentido más radical y pleno del vocablo, en griego, significa aquello que nos está propuesto, lo que está puesto ante nosotros. Laín1 agrega por tanto “Un problema, es una dificultad que el hombre encuentra ante sí. La dificultad puede ser física,… mas también intelectual, económica, social, técnica, estética, religiosa; y de ahí la existencia de otros tantos problemas en la vida del hombre: intelectuales, económicos, sociales, técnicos, estéticos, lúdicos, religiosos.
Conviene, a este respecto, partir de una noción elemental: vivir humanamente vale tanto como tener problemas. Ni la piedra ni el animal los tienen”.
Aunque compartimos el alcance de estas afirciones de Laín, creemos que el vivir humanamente no se agota en la instancia problemática como pareciera deducirse de ese planteo, sino que hay otro estadio superior donde problema carece de sentido.
Marcel en su libro El Misterio del Ser2 establece con bastante claridad la diferencia entre misterio y problema.
“Un problema es algo que encuentro, que aparece íntegramente ante mí, y por lo mismo puedo asediar y reducir, mientras que el misterio es algo en lo que yo mismo estoy comprometido, y que por consecuencia sólo puede pensarse como una esfera donde la distinción de lo que está en mí y ante mí pierde su significado y su valor inicial. Mientras que un problema auténtico puede resolverse con una técnica apropiada en función de lo cual se define, un misterio trasciende por definición toda técnica concebible…
Debe evitarse cuidadosamente toda confusión entre el misterio y lo incognoscible. Lo incognoscible no es, en efecto, más que un límite de lo problemático que no puede actualizarse sin contradicción. El reconocimiento del misterio es, por el contrario, un acto esencialmente positivo del espíritu, el acto positivo por excelencia, en función del cual es posible que toda positividad se defina rigurosamente”.
Cuando se trata de un problema, la mente se esfuerza por descubrir una solución “que se transforme en bien común”.
No ocurre lo mismo cuando tratamos de abordar esa realidad espiritual, ese algo que hemos denominado misterio. Este no puede dar ni reclamar solución. Se lo acepta o se lo rechaza. Ávido de ser participado y vivido, es menester solamente abrirse al mismo.
En un intento de acercarnos a la profunda trama de lo existente —visible e invisible— en el ámbito de nuestra patria alcanzamos a sellar nuestro anhelo expresivo en esta síntesis: La Argentina como Misterio. El desarrollo de este trabajo procurará fundamentar esta afirmación aparentemente temeraria.
Ortega explica que es necesario distinguir entre condición y situación. (La condición se refiere a la índole, a la naturaleza de las cosas. La situación —de situs: sitio, posición— alude más bien al lugar que ocupa algo).
Un hombre o una nación pueden estar en una gran situación y en una grave condición o viceversa. Diferencia que no siempre es captada con facilidad. Pensemos en la Unión Soviética. Su situación en el ámbito mundial se agranda constantemente. Basta observar un mapa y delinear el avance real —no solamente ideológico— en los diversos continentes. ¿Y su condición? No se lo preguntéis a los forasteros que viajan por “Inturist” y sólo ven el escenario perfectamente preparado para representar la farsa más gigantesca del siglo XX; preguntadle a aquellos pocos que sin previos prejuicios, han viajado con el plan “Spuknik” y que han podido tomar contacto con la gente del pueblo. 0 si queréis leed los relatos y novelas de Solzhenitsyn que ha nacido, vivido y padecido en la Unión Soviética, ahora sobreviviendo en Occidente.
La Argentina ha recorrido un itinerario interior a lo largo de su breve historia, que la signa especialmente entre los otros pueblos americanos de filiación hispánica.
La herencia recibida de España y las sucesivas influencias posteriores se advierten en nuestro ser y en nuestra imagen.
El español padece de una “tensión arrebatada entre lo real y lo ideal” que ha herido también nuestro modo de ser desde los orígenes y persiste en nuestros días, como lo testimonian los escritos que señalan el ingrediente de la “desmesura”, componente de nuestra ecuación vital y una de las constantes de nuestro modo de vida3.
No podemos olvidar la acertada meditación de Osvaldo Rossler: “El hecho de ser argentino en los actuales momentos implica en el menor de los casos constituirse en un espectador consciente, preocupado y supone necesariamente, un enfrentamiento crítico con la realidad. Presumiblemente nadie pueda detentar el ejercicio estricto de la verdad, pero en el intento de capturarla, de tornarla tangible de algún modo, hay un deseo legítimo de recuperación que es en definitiva lo que torna apasionante al acto de vivir”… y de escribir estas meditaciones, agregamos nosotros4.
En consecuencia será necesario ordenar las diferentes gradaciones de cómo la realidad adviene al hombre para ir comprendiendo cómo el alma argentina la asume.
Ordenar no significa separar, pues la realidad es una e indivisible; pero bien pueden distinguirse en ella diversas gradaciones. Esos grados, sintetízanse en tres grandes estadios: cósmico, metafísico y poético, todos envueltos o sostenidos por otro más profundo que provisoriamente designamos como “numinoso” 5.
Nos atrevemos también a designar esa rica realidad con palabras más sencillas, llenas de contenido, que asimismo se integran en un todo: tierra y pueblo, pensamiento, poesía y trascendencia.
Estos cuatro niveles serán los senderos que transitaremos en la busca de lo argentino.
NOTAS
1 Pedro Laín, Origen y Planteamiento del Problema de España, Madrid, Aguilar, pág. 39.
2 Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1953, pág. 191.
3 Víctor Massuh, Argentina como Sentimiento, Buenos Aires, Ed. Sudamericana, 1982.
4 “El punto crítico de nuestra realidad”, La Prensa, Bs. As., 25 de junio de 1983.
5 Esta distinción figura en el estudio sobre “La esencia del Cristianismo”, de Héctor Padrón.