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Nunca nieva en septiembre – Robert Kershaw

Ediciones Platea
2012
378 págs.,
+ 8 mapas color
ilustrada con más de 50 fotografías, planos y mapas
15 x 23 cms.
Tapa: blanda
Precio para Argentina: 155 pesos
Precio internacional: 22 euros

La tarde del 17 de septiembre de 1944, el teniente Joseph Enthammer, un oficial de artillería de la Wehrmacht acampado en Arnhem, contemplaba el claro cielo sin apenas creer lo que veía. Parecía que cayeran blancos «copos de nieve». «No puede ser» pensó. «¡Nunca nieva en septiembre!
¡Deben ser paracaidistas!»

Lo eran. Estaba presenciando la primera oleada del asalto paracaidista británico sobre Arnhem. La guerra había llegado al Reich. Además el golpe era una sorpresa total. Los Aliados esperaban que la operación Market-Garden produjera el derrumbe de la Wehrmacht en el Oste y acortara la Segunda Guerra Mundial. Pero los alemanes estaban decididos a luchar…

«Nunca nieva en septiembre» es una crónica única de esta lucha vista a través de los ojos del soldado alemán y analiza las causas de su resultado final. Una gran obra de historia militar. Este libro, con certeza estimulará un debate renovado sobre una de las operaciones mas controvertidas de la Segunda Guerra Mundial.

Edición ilustrada con más de 50 fotografías, mapas y planos. Contiene 8 mapas a color.

ÍNDICE

Introducción a la edición en lengua española 9
Prefacio 11
Capítulo I: La odisea francesa 15
Cambrai, 2 de septiembre de 1944…
Comienza la odisea…
Capítulo II: Resistir y luchar 25
Empieza a formarse el frente…
Improvisación de recursos – la formación del Kampfgruppe Walther…
¿Dónde se asestará el golpe el inminente…
Capítulo III: Sin novedad en el frente 39
La situación en la retaguardia …
Una fuerza de reacción móvil. La llegada del II Cuerpo SS Panzer…
El «ensayo general» para Arnhem. Despliegue del Kampfgruppe Hohenstaufen…
El frente. Carretera de Hechtel a Valkenswaard, 15-16 de septiembre…
Capítulo IV: Retrato del soldado alemán en holanda, septiembre 1944 55
Pausa para cobrar aliento…
Primer Ejército Fallschirmjager…
La Wehrmacht…
Creencias y preocupaciones…
Capítulo V: Los lanzamientos 67
Capítulo VI: Meterse en la boca del lobo 77
Primeras reacciones… Contramedidas…
Capítulo VII: Ruptura del frente 89
El Kampfgruppe Walther es partido en dos… Se pierde el control…
Capítulo VIII: ¡En marcha! Guiaros por el sonido de los disparos 97
Perforando el flanco izquierdo…
«Los muchachos no estuvieron suficientemente atentos»… La captura del puente de Arnhem
La carrera de los puentes del Waal y Nimega la noche del 17-18 de septiembre…
Capítulo IX: Arnhem. El péndulo oscila 111
La formación del bloque oriental: el Kampfgruppe Spindler…
Consolidando las alturas que dominan Nimega… 82a División Aerotransportada
Capítulo X: Rebañando los resto 123
Quince millas a través de «territorio indio» …101 División Aerotransportada Ocupación de las alturas frente a Nimega … 82 División Aerotransportada
Capítulo XI: «Tome el puente de Arnhem» 135
Desde el este… Desde el sur… Desde el norte …
Capítulo XII: ¡El «Schwerpunkt» está al sur! 149
Defendiendo Nimega, 18-19 de septiembre…
Frenando el avance. Hostigando el corredor, 19-20 de septiembre…
Las incursiones de la 107 Brigada Panzer, 19-20 de septiembre…
Capítulo XIII: El impacto en la patria alemana 161
Voluntarios para defender al Reich…
Refuerzos improvisados…
Capítulo XIV: Arnhem. El péndulo oscila de nuevo 169
Se invierten las tornas. Segundo vuelo en el brezal de Ginkel…
«Achtung Fallschirmjager!…»
La Sperrlinie o línea de bloqueo del Kampfgruppe SS Spindler…
La carga de las brigadas paracaidistas…
La Sperrlinie es forzada en al norte…
Capítulo XV: Aniquilando a los británicos – El puente de Arnhem 189
Con artillería…
Con panzer…
¡Acabad con los Tommies!…
Capítulo XVI: Resistid en el Waal 199
El fantasma del Reichswald. El II Cuerpo Fallschirmjager ataca…
¡Resistid en el Waal! La defensa de Nimega por la Frundsberg…
«Ya no quedaba nada disponible para formar una línea defensiva…»
Capítulo XVII: Cerrando la caja 217
Se forma la bolsa. División von Lettau…
Improvisaciones…
Capítulo XVIII: Victorias vacías 227
Limpieza y ruptura. Nimega, noche del 20-21 de septiembre…
«Casi hemos cruzado el puente de Arnhem». Noche del 20-21 de septiembre…
Capítulo XIX: La oportunidad perdida 239
Cerrando de la brecha. Betuwe, «La isla»… Improvisaciones…
Capítulo XX: El caldero de las brujas 247
La concentración alemana en torno a Arnhem…
Desde el oeste: von Lettau…
Desde el Noreste y el Este: la 9 SS…
Capítulo XXI: La crisis 261
Otro frente: Betuwe, 21-22 de Septiembre …
El tiempo se acaba…
Capítulo XXII: El corte del corredor 271
Objetivo: Veghel…
Desde el este y el oeste. Se asesta el golpe, 22 de septiembre…
Se mantiene la presión. 23 de septiembre…
Capítulo XXIII: El cerco de Oosterbeek 285
El sitio, 22 – 24 de Septiembre…
Caballerosidad: y ¿qué hacer con los heridos?…
Panzer y lanzallamas…
Capítulo XXIV: El corte final: Koevering 303
Preludio: El corredor, 23-24 de septiembre…
Objetivo: Veghel – otra vez; 24 de septiembre…
La incursión de Koevering, 24-26 de septiembre…
Capítulo XXV: El fin 313
La decisión…
Estancamiento…
La evacuación silenciosa…
El fin…
Capítulo XXVI: Los logros 327
Capítulo XXVII: Epílogo: La ironía final 341
Apéndices 347
A Ordenes
B Orden de batalla alemán
C Bajas alemanas
D Equivalencia de grados alemanes
Fuentes

DESCRIPCIÓN

Arnhem fue una derrota contundente para los británicos, pero en cuanto a la resistencia humana, es materia de leyenda. La prensa del momento sentó las bases para una «leyenda» confirmada por los historiadores aliados durante años. La investigación exhaustiva de los pocos documentos que quedan de informes de operaciones alemanes y corroborada por numerosos relatos de testigos directos revelaron una nueva perspectiva. Así fue como la batalla se les presentó a los soldados alemanes ordinarios, desde un soldado raso a un comandante de batallón. Kershaw entrevista a numerosos participantes en toda Alemania.
La tarde del 17 de septiembre de 1944, el teniente Joseph Enthammer, un oficial de artillería de la Wehrmacht acampado en Arnhem, contemplaba el claro cielo sin apenas creer lo que veía. Parecía que cayeran blancos «copos de nieve». «No puede ser» pensó. «¡Nunca nieva en septiembre! ¡Deben ser paracaidistas!»
Lo eran. Estaba presenciando la primera oleada del asalto paracaidista británico sobre Arnhem. La guerra había llegado al Reich. Además el golpe era una sorpresa total. Los Aliados esperaban que la operación Market-Garden produjera el derrumbe de la Wehrmacht en el Oste y acortara la Segunda Guerra Mundial. Pero los alemanes estaban decididos a luchar…
«Nunca nieva en septiembre» es una crónica única de esta lucha vista a través de los ojos del soldado alemán y analiza las causas de su resultado final. Una gran obra de historia militar. Este libro, con certeza estimulará un debate renovado sobre una de las operaciones mas controvertidas de la Segunda Guerra Mundial.

Edición ilustrada con más de 50 fotografías, mapas y planos. Contiene 8 mapas a color.

John Keegan: The Sunday Telegraph 18 de agosto 1990.
«Este es un modelo de monografía de la batalla, y será una fuente esencial para los estudiantes de la tragedia de Arnhem y de las operaciones aerotransportadas de forma permanente. Robert Kershaw … acierta en localizar y entrevistar a muchos de los sobrevivientes alemanes, cuyo testimonio de testigos oculares da tanta viveza a su narrativa … Nadie hasta ahora ha preguntado a los alemanes por qué desde su punto de vista la empresa se convirtió en tragedia. Lo que ellos han contado a Kershaw transforma nuestro entendimiento».

Max Hastings: Sunday Telegraph 24 de abril 2006.
«… un análisis excelente de la batalla de Arnhem 1944.»

PRÓLOGO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA

No hay duda de que el estudio de una batalla adquiere matices diversos según se apoye más en fuentes de uno u otro bando. Lo ideal, claro está, es que exista cierto equilibrio en eso pero, sobre todo, que el trabajo se haga con rigor y des­apasionamiento.
La batalla desencadenada por la Operación Market-Garden, como tantas otras del Frente Occidental de la Segunda Guerra Mundial, ha sido estudiada y analizada desde la perspectiva y partiendo, sobre todo, de fuentes aliadas en todos sus aspectos y a un nivel de detalle más que notable. Muchas y valiosas obras que ponen el foco principal en el lado aliado se han producido a lo lar­go de los años. No corresponde aquí enumerarlas ni valorarlas. Por otra parte es comprensible cierto desequilibrio a favor de tal enfoque, dado que se trata de “su” batalla. Efectivamente, esta se produjo a iniciativa absoluta del bando aliado. Estos escogieron, para la que pretendían fuera la ruptura decisiva de la guerra en el Oeste, un estrecho sector en una región poco propicia para tales maniobras, y diseñaron un audaz y arriesgado plan en el que las tropas aerotrans­portadas empleadas en masa tendrían un papel crucial. Algo bastante diferente al comportamiento predominantemente conservador que venían exhibiendo los líderes militares aliados, especialmente Montgomery, desde hacía tiempo. Los alemanes, por su parte, no les estaban “esperando”, como en El Alamein, Tunicia, Sicilia o Normandía, pues, por lo dicho más arriba, era harto improbable un ataque importante por la zona, por lo que no contaban con ningún elaborado plan de contingencia con el que responder al ordago aliado. Ni tampoco con reservas estratégicas adecuadas, dadas las circunstancias abrumadoramente adversas en las que se encontraban las armas alemanas en esta fase de la guerra. Los alema­nes, básicamente, tuvieron que improvisar sobre la marcha con lo que tenían a mano o pudieron reunir a toda prisa, algo en lo que, por otra parte, tenían amplia experiencia y en lo que aventajaban a sus oponentes.
Esta obra, precisamente, enfoca la batalla desde el lado alemán. El resultado de los combates no solo dependió de los aciertos y errores de planificación y ejecución, ni de las ventajas y desventajas de los aliados, como a veces se puede tender de pensar. Enfrente no tuvieron a un oponente homogéneo y predecible que reaccionaba mecánicamente a las acciones propias, si no a un conjunto de unidades militares de diversa índole, compuestas por hombres y máquinas y dirigidas por jefes que también tuvieron aciertos y cometieron errores. Estos hombres consiguieron desbaratar una ambiciosa operación dirigida contra el corazón del Reich que, de haber tenido éxito, probablemente hubiera supuesto un acortamiento de meses en la duración de la guerra.
En Nunca nieva en septiembre Robert Kershaw narra los acontecimientos magistralmente, a menudo con gran lujo de detalles, y apoyándose en gran can­tidad de fuentes primarias, todas ellas referenciadas en la obra. Se trata, pues, y aunque tal afirmación pueda parecer un tópico, de un libro que viene a cubrir más que dignamente un hueco que existía en la historiografía sobre la II GM, imprescindible para cualquier aficionado a la misma. Una obra así tenía que ser traducida al castellano tarde o temprano. Hacerlo era un reto y ha supuesto un gran esfuerzo. Y creemos que tal esfuerzo ha merecido la pena. Su resultado, querido lector, es lo que ahora tienes en tus manos. Esperamos que disfrutes de su lectura.

Marzo 2012 Equipo de Ediciones Platea.

PREFACIO

Durante un ejercicio del Ejército Británico del Rhin (BAOR), tres compañías de infantería paracaidista atacaron y capturaron un puente defendido por una fuerza enemiga sustancial. Tras sesenta minutos, el comandante del batallón declaró una «pausa» pues deseaba obtener las lecciones tácticas relevantes. Un observa­dor independiente invitado a esta sesión de información posterior halló que era difícil determinar, mientras cada comandante de compañía hablaba, quién defen­día y quién atacaba. Los historiadores militares afrontan problemas similares. Si personas inteligentes son incapaces de recordar con precisión lo que ha suce­dido apenas una hora antes, ¿qué esperanza hay de recrear un cuadro de los acon­tecimientos que sucedieron en el sur de Holanda casi cuarenta y siete años antes? Bl combate es una experiencia intensamente personal, emocional y confusa.
Los acontecimientos a menudo pueden ser malinterpretados, muchas veces por los individuos que tomaron parte en ellos. El método que se intenta en este libro es aquel descrito por Christopher Isherwood cuando escribió sobre sus experien­cias en Alemania en Goodbye to Berlín en 1945:
«Soy una cámara con su lente abierta, un observador pasivo que graba pero no piensa… Algún día, todas estas imágenes tendrán que ser reveladas, impresas cui­dadosamente y enmarcadas».
En este caso las batallas libradas en el sur de Holanda en septiembre de 1944 como parte de Market-Garden se ven a través de un prisma humano reflejando las visiones y experiencias del soldado alemán ordinario. Los documentos alemanes de este período están incompletos. Por consiguiente se ha recurrido con frecuencia a relatos de testigos de aquellos días. Las entrevistas fueron llevadas a cabo con la ayuda de mapas y fotografías para estimular recuerdos lejanos. Fue un diálogo personal entre el testigo y el autor que ocasionalmente producían angustia al primero. Pronto se le hizo manifiesto al autor la necesidad acuciante de «contar cómo fue en realidad», a veces en toda su crudeza. Estaba motivado por la creencia en que sus desgracias no deberían nunca ocurrir de nuevo a una fritura y desventurada generación.
Tollos los juicios y opiniones respecto a la relevancia en el presente de las lecciones históricas de Market-Garden para la OTAN son del autor y, de ningún modo daberían ser tomadas como la política oficial del Ministerio de Defensa británico.
Gran parte de este libro trata de experiencias individuales. Mis agradecimientos de todo corazón a todos aquellos que me ayudaron con un tema de investigación difícil y confuso. El proyecto nunca habría fructificado sin la generosa ayuda proporcionada por Herbert Fürbringer, Jost W. Schneider y Rudolf Donth que abrieron para mi investigación los archivos de la The Bund der Europaische Fallschirmjager y las Asociaciones de las Divisiones Panzer 9a SS y 10a SS. Al hacerlo, me allanaron el camino para muchas entrevistas posteriores.
En su origen, el material debía ser una ayuda para la visita al campo de batalla de Arnhem del Colegio de Estado Mayor. Después de recibir muchos estímulos y ánimos, en particular por parte de Geoffrey Powell, decidí publicarlo en forma de libro estimulado por la calidad del material que me enviaron. Estas historias simplemente tenían que ser contadas.
Muchos veteranos que sirvieron en las Divisiones Panzer 9a SS y 10a SS y la Asociación de Fallschirmjager ofrecieron diarios y relatos personales inéditos para su lectura. En ausencia de documentos oficiales estos relatos ayudaron mucho a describir una visión realista, por una vez desde una perspectiva diferente, desde el punto de vista del soldado alemán. Donde ha sido posible, he contado la historia con sus propias palabras intentando en la traducción reflejar la forma en que la contaban. Agradecimientos en particular a Hans Moller, Wilfried Schwarz, Joseph Enthammer, Erich Hensel, Heinz Damaske, Wolfgang Dombrowski, Alfred Ziegler, Rudolf Trapp, Karl-Heinz Euling, Karl-Heinz Kabel, Paul Miiller y Rudolf Lindemann por las entrevistas y el uso de correspondencia personal. Todos estos caballeros dieron su tiempo y consejos y ocasionalmente corrieron con los gastos para entregar el material que se presenta aquí. Heinz Harmel, el entonces coman­dante de la 10a SS todavía podía, con unos pocos ademanes y gestos con su cigarro sobre el mapa, contar uno de los más lúcidos relatos de la perspectiva alemana de las batallas por Nimega y Arnhem que jamás haya escuchado.
Se hicieron todos los esfuerzos para localizar la fuente y poseedores del co­pyright de los mapas e ilustraciones que aparecen en el texto y se deja constancia de ello cuando ha sido posible.
De modo similar, el autor desea agradecer a todos aquellos editores que han permitido la cita de extractos de sus libros. Las fuentes de las citas están descri­tas en las notas que acompañan al texto.
Agradecimientos especiales también a Herr H. Nilges del departamento foto­gráfico del Bundesarchiv en Coblenza, John Harding de la rama histórica del Mi­nisterio de Defensa y el Dr. Adrián Groeneweg del Museo Paracaidista Hartenstein en Oosterbeek. El Archivo Militar de Friburgo en Alemania y el Archivo Nacional en Washington ayudaron a proporcionar muchos documentos importantes.
Dedicado a mi esposa Lynn
Marlitt Boettcher que me ayudó con mi investigación inicial, recibe un agra­decimiento especial porque sin ella, nunca habría podido encontrar los muchos relatos de primera mano que aparecen en este libro por primera vez. Ella y mi madre me ayudaron con algunas difíciles traducciones de coloquialismos.
Finalmente, este libro nunca podría haber sido escrito si mi esposa Lynn no hubiera podido mantener a nuestros pequeños a raya con tanta paciencia como lo hizo durante la crucial etapa formativa de la escritura de este libro. Como siem­pre, mostró tener una gran vista para los detalles durante la revisión del texto. Su marido ha regresado ahora de las calles de Arnhem.

Church Crookham, May 1989
Robert Kershaw