324 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2014, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
Precio para Argentina: 150 pesos
Precio internacional: 19 euros
En mayo de 1920 apareció en la famosa revista “The Deadborn Independent” el primer capítulo del presente libro, titulado “El judio según su carácter y en la vida económica”. El judaismo americano quedó sin aliento al primer golpe, al verse frente a una crítica leal, objetiva, noble y casi cariñosa del carácter judío, presentada por una gran Revista a sus cerca de veinte mil lectores. Luego siguieron semana tras semana otros capítulos. El número de lectores creció extraordinariamente, excediendo “hoy” de los trescientos mil.
Centenares de miles de personas sintieron esta hazaña literaria como la liberación de un yugo ignominioso. De repente despertó la conciencia de haber sido traicionados, vendidos, esclavizados. Pero al fin, el judaismo tuvo que tomar cartas en el asunto, y desde un principio esgrimió sus armas predilectas, a saber, desfiguración, soborno del adversario, insidias e insultos. Ni un sólo intento de refutación objetiva.
El autor mismo de la presente obra, el conocidísimo fabricante de automóviles Henry Ford, dijo en el prefacio de su obra: “La cuestión judia existe en los Estados Unidos desde hace mucho tiempo. Los judios lo sabían, pero los americanos lo ignoraban.
La cuestión judia no se relaciona sólo con las cosas del dominio público, tales como predominio financiero y comercial, asalto al poder político, monopolización de todas las necesidades de la vida, influencia arbitraria en la Prensa de un país, sino que hasta penetra en la vida cultural de los pueblos, convirtiendosé de esta forma en cuestión vital para las naciones.
Del vasto material de hechos, coleccionado con suma diligencia y seleccionado críticamente, resulta con anonadora claridad, que ya no existe país alguno en el mundo entero, cuyo desarrollo político, económico y cultural pudiera comprender del todo, más que bajo el punto de vista de su absoluta dependencia de un gran plan coherente del judaismo para su predominio mundial. Bolsa, Parlamento y Prensa son en todas partes los criaderos del espíritu judío, sin que importe nada, que sus representantes visibles sean judíos de raza o no.”
ÍNDICE
PRIMERA PARTE
I. Los judíos: carácter individual y actividad productiva de los mismos
II. Como se defiende Alemania contra los hebreos
III. Historia de los hebreos en los Estados Unidos de Norte América
IV. ¿Es real o imaginaria la cuestión del judaísmo?
V. ¿Arraigará en los Estados Unidos el antisemitismo?
VI. Abrase vía libre en las revistas la cuestión judía.
VII. Arthur Brisbane, defensor del judaísmo
VIII. ¿Existe un programa judaico universal determinado?
IX. Fundamentos históricos de la aspiración judía por la hegemonía universal
X. Introducción a los “Protocolos judíos” o “de los sabios de Sión”.
XI. Apreciación judía sobre la naturaleza humana del no-judío
XII. Requieren los “Protocolos Judíos” su cumplimiento en parte
XIII. Plan judío para socavar, mediante “ideas”, la sociedad humana
XIV. ¿Previeron los judíos la conflagración mundial?
XV. ¿Es idéntico el “Kahal” judío al actual soviet ruso?
XVI. Influencia de la cuestión judía sobre la agricultura
XVII. ¿Predomina el judaísmo en el periodismo mundial?
XVIII. ¿Cómo se explica el poder político hebreo?
XIX. La U.R.S.S. (Rusia Comunista) hechura del Panjudaísmo
XX. Un testimonio hebreo en favor del bolcheviquismo
SEGUNDA PARTE
Del prefacio personal del señor Henry Ford
I. Mixtifican los judíos en Estados Unidos su numero y poderío
II. ¿Forman los judíos una Nación?
III. Judíos contra no-judíos en la alta finanza de Nueva York
IV. La curva ascendente del poderío financiero hebreo
V. Baruch, el “Disraelí Norteamericano” y “Procónsul de Judá en Norte América”
VI. El predominio israelita en el teatro Norteamericano
VII. El primer trust teatral israelita
VIII. El aspecto semita del problema cinematográfico
IX. La preponderancia semita en el mundo cinematográfico
X. Nueva York bajo el “Kahal” hebreo
XI. Critica de los “derechos hebreos”
XII. La orden universal de los “B’nai B’rith”
XIII. Como caracteriza Disraelí a los hebreos
XIV. El jefe de Estado que debió inclinarse ante el judío internacional
XV. Historia de Bennett, editor periodístico independiente
XVI. El informe de Morgenthau sobre Polonia
XVII. Polonia encadenada con la conferencia de la paz
XVIII. Panorama presente de la “Cuestión Hebrea”
XIX. Intermedio literario: ¿que es el Jazz?
XX. Los viveros del bolcheviquismo en los Estados Unidos
XXI. Confesiones de un superior de la orden de B’nai B’rith
XXII. Kuhn, Loeb y Cia., de Nueva York, y M. M. Warburg y Cia., de Hamburgo
XXIII. La sed de oro norteamericana bajo el control financiero de los hebreos
XXIV. La influencia hebrea en la vida intelectual norteamericana
XXV. Planes financieros de los hebreos internacionales
PREFACIO PERSONAL DEL SEÑOR HENRY FORD
Se dedico preferentemente la primera parte de esta obra al estudio del plan mundial judío. Ofrecerá la segunda parte ilustraciones prácticas, que evidencian y confirman dicho plan. Se limitara nuestro método a demostrar hechos, que todos podrán comprobar en cualquier momento y compararlos con el plan teórico, para ver, si ambos concuerdan. En lo concerniente a discutir sobre la “autenticidad” de los Protocolos, quedara bastante tiempo una vez demostrada la completa conciencia entre aquellos y el modo de proceder de los hebreos.
Quedaron sin replica anteriores artículos de prensa. Hubo denuncias y tergiversaciones, mas ninguna refutación. Consiste la objeción preferida por los portavoces y defensores judíos en sostener que nuestras afirmaciones respecto a los hebreos podrían aplicarse indistintamente a cualquier otra raza, sin que fuera capaz ninguna de ellas de desmentir tales acusaciones mediante hechos. Mas lo esencial, precisamente, esta en que dichas acusaciones no se formulan contra ninguna otra raza o pueblo, y si alguien se lo propusiera, ¿cómo seria posible?… Caerían por su propio peso, por la simple razón de que seria imposible apoyarlas en hechos. Nada significan rumores y vaguedades, ni tampoco increpaciones ni prejuicios. De ser falsos los juicios emitidos en nuestro libro podrán ser rebatidos con hechos. Si no existiera comunidad entre el plan judío tal como está redactado por los “Protocolos”, y el programa, que prácticamente realizan los prohombres judíos, fácil les seria demostrarlo. Pero no se ha demostrado hasta ahora, por la simple causa de que existe esta relación entre la teoría y la práctica, y que los prohombres, dirigentes y portavoces o jefes judíos lo saben.