460 páginas
fotografías b/n
medidas: 14,5 x 21 cm.
Ediciones Sieghels
2013, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
Precio para Argentina: 150 pesos
Precio internacional: 26 euros
Adolf Galland fue el Comandate de la Aviación de Caza alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Él mismo narra no sólo su propia historia, sino además, el apogeo y caída de la Luftwaffe y de la fuerza que tuvo a su mando durante la época más crucial de la historia de la aviación de guerra.
Este héroe legendario, un as del aire con setenta victorias en su haber y el más intrépido líder de la Luftwaffe, nos cuenta su propia versión de la historia de la aviación de caza alemana durante los años de conflicto, desde las aplastantes victorias en los campos de Polonia y Francia, hasta la última y desesperada batalla por salvar a Alemania.
ÍNDICE
Prólogo a la primera edición española……………………………………………………15
Prefacio del autor……………………………………………………………………………………19
1. Quiero ser aviador…………………………………………………………………………21
Por primera vez en el aire — Volovelismo después de 1920 — La interdicción de Versalles — Borkenberge, en Westfalia — Comienzos del aprendizaje — Primer decolaje y primer accidente — Alta escuela de volovelismo en el Rhoen — Vuelo de una hora — Exámenes de vuelo en planeador y de materias en el banco escolar — Mi Grunau-Baby.
2. Las cosas se ponen serias……………………………………………………………25
Volar, arte poco remunerado — Escuela alemana de pilotos comerciales en Braunschweig — Perspectivas de ingreso, 1:200 — Diez días de exámenes — ¡Aprobado! — Vuelo récord en Borkenberge: 320 virajes; 2 horas, 6 minutos y 5 segundos — Despedida de la juventud.
3. Del volovelismo al vuelo con motor……………………………………………..29
La juventud vuela por dinero — El fuego del idealismo — Severa instrucción en Braunschweig — Por poco fui soldado de infantería — Duelo en la tormenta y desenlace fatal — Instrucción de vuelo acrobático — ¿Es esta, ya, aviación de caza? — 30 de enero de 1083 — Hermann Göring, Comisario del Reich para la aviación — Comisión al sur de Italia — Disfrazados de “avieri” del Duce.
4. ¿Desea usted pasar al servicio activo?…………………………………………..37
La retorta alemana en ebullición — Organización de la Luftwaffe — Piloto comercial Stuttgart-Barcelona — Recluta en el 10 de Infantería — “¡Ese pantalón calza bien!” — Tres meses amargos — Mandar y obedecer — Colegio Militar en Dresden — La política no nos interesa — Examen para oficial — ¡Adiós, infantes!
5. No apto para el vuelo…………………………………………………………………….41
Oficiales de aviación enmascarados — El nuevo uniforme de la Luftwaffe — “Soldados de corbata” — Abandonamos el disfraz — ‘Regimiento 2 de Caza “Richthofen” — El corcho de la botella de champagne — 1935: ¡Primera exhibición del Me-109! — Accidente en acrobacia a baja altura — La cabeza en el panel de instrumentos — Tres meses de hospital — 1936, brillante año olímpico — Otro accidente grave — Muchos sinsabores y un eficaz ardid.
6. La Legión Cóndor………………………………………………………………………….47
España en llamas — Moros en Ju-52 alemanes — precursores del puente aéreo — Misiones misteriosas — ‘’ Operativo Ruegen” — Max Winkler se ocupa de todo — Extraño “viaje de turismo” — El cascajo de bandera panameña — Peligro de motín a bordo — Desembarco en El Ferrol — Con el grupo de caza de la Legión — Guernica — ¡Tan luego la Compañía de Servicios Especiales! — Avila romántica — Cabras montesas como primeras victorias de caza.
7. Ataques rasantes contra los republicanos…………………………………….51
El “anillo de hierro” de Bilbao — La ofensiva republicana en Brúñete — Mis primeros combates — ¡Por fin un escuadrón de caza! — Caza “de trocha angosta” con el He-51 — Aprecio de la infantería franquista — Batalla por la “región del Ruhr” española — ¡No más guerra sin “tren habitación”! — Vida nocturna en Zaragoza — Sangrienta conquista de Teruel — ¿Luchamos en el lado equivocado? — Irrupción hasta el Mediterráneo — Visita relámpago a Sevilla — Mi sucesor: Werner Mölders.
8. Entre guerras y desfiles………………………………………………………………….61
Regreso a Alemania — En el nuevo palacio del Ministerio de Aeronáutica — Detesto el trabajo de oficina — “Paz en nuestro tiempo” — Ocupación de los Sudetes en ritmo de desfile — Vuelta de la Legión Cóndor — Lluvia de condecoraciones en Doeberitz — Desfile en el Eje Este-Oeste — Té con el Führer — Con Göring en Westerland — La “condecoración rezagada” — Jefe de escuadrón en Tutow — Alta tensión política — Listos para el combate en Silesia — La mañana del 1º de septiembre de 1939 — Kutno, Modlin, Varsovia — Con Hitler en el rancho de campaña — Por fin ¡Regreso a la aviación de caza!
9. Piloto de Caza en la Campaña Occidental…………………………………….69
Mi primera victoria aérea — Guerra en el oeste — Guerra estática tras guerra relámpago — El adversario en el aire — Sedan, punto de gravedad de la campaña — Caza salvaje de un Potez — Mis primeras siete victorias — Dunkerque, entro en contacto con la RAF — La misteriosa orden de alto — Una misión que excede las fuerzas de la Luftwaffe — Los últimos días de L’ Armée de l’Air — Leve colisión con un Morane al derribarlo — Jefe de grupo en el regimiento “ Schlageter” — Armisticio — “Regreso al Reich” — Informe y ofrecimiento de paz de Hitler en la Operación Kroll — Me alcanza la ola de ascensos — Recibo la Cruz de Caballero en el Pas de Calais — “Felicitaciones” de los Spitfires.
10. Comienza la Batalla de Inglaterra…………………………………………………79
Triple misión estratégica — Relación de fuerzas — El Me-109, a la sazón el mejor avión de caza del mundo — Pensamiento puramente ofensivo del alto mando — Fatal influencia de las ideas de Douhet — La aviación de caza, hijo maltratado — Ya la primera fase de la batalla aporta nuevas comprobaciones — Cambio de los centros de gravedad — La segunda fase — Hitler combate a desgano contra Gran Bretaña —Intervienen las Flotas Aéreas 2 y 3 — Mi primer combate sobre Inglaterra: 24 de julio de 1940 — Adversario muy serio —El “León Marino” muere sin pena ni gloria.
11. Lucha a vida o muerte………………………………………………………………………87
Unidades de caza en el Canal en misiones sucesivas — Punto más débil de nuestra ofensiva: escaso poder de penetración — Leyes propias de la guerra en la tercera dimensión — Estrategia aérea en la teoría y en la práctica — Primeras batallas de cazas sobre Inglaterra — “Ojo de madera” y “ojo de radar” — Gran Bretaña reconoce a tiempo la importancia del radar — Ventajas de la defensa — Oneroso empleo de los Stukas — La tercera fase — No se registran éxitos tangibles — Crisis de la moral — Llamado a Karinhall — Rejuvenecimiento del mando en la aviación de caza — Göring en el Canal — Principia la cuarta fase — “Solicito se equipe a mi regimiento con Spitfires”.
12. ¡Bombas sobre Inglaterra!……………………………………………………………..99
Probable decepción de Douhet — Únicamente la décima parte de Gran Bretaña es zona de operaciones — Lo que falta: el bombardero de gran radio de acción — El primero de 38 grandes ataques a Londres — Ataque y defensa — Excesivas pérdidas de Stukas — Son retirados los cazas bimotores — Combates con cazas británicos — Mi 40ª victoria — Recibo las Sojas de Roble en la Cancillería del Reich — El respeto de Hitler por Gran Bretaña — Entrevista con la prensa extranjera — Visita a la sede de Göring — ¡El ciervo de mi vida! — Seria conversación con el Mariscal del Reich.
13. Entre “León Marino” y “Barbarroja”…………………………………………..107
Una fecha importante de la guerra: La visita de Molotov a Berlín (12 al 14 de noviembre de 1940) — El rechazo de las exigencias soviéticas motiva la pérdida de nuestro respaldo en el este — Efectos sobre la guerra aérea en el oeste — Una novedad: los cazas bombarderos — Cazas bombarderos a manera de “comodines” — Oposición de los aviadores de caza — Göring amenaza con la disolución de la aviación de caza — Primera crisis grave: desconfianza — Desfavorables condiciones atmosféricas del otoño — Suspensión de los ataques diurnos — La Luftwaffe no está aniquilada ni decisivamente derrotada — Quinta fase: ataques nocturnos — Ejemplo clásico de un ataque nocturno de precisión: Coventry — Pero Coventry no se repite — Fin sin ceremonias de la Batalla de Gran Bretaña.
14. Sobre campo estratégico virgen…………………………………………………..113
Con la preparación de la Campaña Oriental el Alto Mando Alemán se desinteresa del frente aéreo del oeste — ¿Qué habría sucedido si…”? — Navidad de 1940: Visita del Führer en Abbeville — Un discurso de propaganda — Desarrollo de la Luftwaffe — Méritos de Hermann Göring — Errores de organización — La Batalla de Gran Bretaña, empresa estratégica con medios insuficientes — Cinco operaciones enteramente nuevas — También los aliados explotan las experiencias alemanas — Creación de las Fuerzas Aéreas Estratégicas Aliadas de la segunda guerra mundial — Alemania dio el primer paso en terreno estratégico virgen y los aliados el segundo y definitivo.
15. Una pesadilla se hace realidad: guerra en dos frentes………………..117
Traslado a Brest para la protección de los acorazados — —Una victoria ocasional — Presente de cumpleaños para Osterkamp: un canasto de langostas y dos victorias aéreas — ¿Qué significa Creta? — “Todo esto no es verdad” — Göring me entera de los planes para la Campaña Oriental — ¿Y Gran Bretaña? — Orden de derribar al reemplazante previsto del Führer — Manotón hacia el freno de emergencia — Comienza la concentración en el este — ¿Ofensiva “sin interrupción” o “sin sentido”? — 21 de junio de 1941, un día inolvidable — Victorias aéreas 68ª a 70ª — Lanzamiento en paracaídas con inconvenientes — Los segundos más terribles de mi vida — Primero en recibir las Espadas para las Hojas de Roble.
16. El Frente Oriental: Verdun del Aire……………………………………………125
22 de junio de 1941: da comienzo la Campaña Oriental — Éxitos sin igual — Cazas soviéticos inferiores — La primitividad “desmenuza” un arma técnica ultrasensible — Partes especiales — Los aviadores del oeste nos sentimos abandonados — Tres hermanos Galland en el mismo regimiento de caza — Prohibición de vuelo desobedecida — El suboficial Meyer me salva la vida — Llamado a la presencia del Führer — En la ‘’Wolfsschanze’’ — Hitler: ¡Apretar los dientes!’’ — La guerra en el este debe terminar pronto, pues de lo contrario…
17. La guerra no es un partido de cricket………………………………………….131
Días borrascosos en el Canal — Conversación meditativa con Göring — ¿Matar a enemigos mientras descienden con paracaídas? — El tema de la caballerosidad — Wing-Commander Douglas Bader — ¿Quién lo derribó? — Invitación a mi puesto de mando — El único aviador de la guerra que vuela con dos piernas artificiales — Bader se muestra comunicativo — Interés por mi Me-109 — Pedido que debo declinar — Pero no se le niegan sus piernas — Comunicación radial con la RAF — Paquetes con obsequios y bombas — Fuga del oficial prisionero — Reencuentro después de la guerra con papeles invertidos.
18. Un capítulo sombrío……………………………………………………………………137
Suicidio de Udet — Mi última conversación con él — Su vida apasionante de aviador — Guardia de honor ante su féretro — Regreso al frente — Me sacan del tren: Ha caído Mölders. Se me nombra su sucesor en el Cementerio de los Inválidos — Cae Peter Göring — Camposanto militar de Abbeville — El Mariscal del Reich visita el regimiento — Penosa despedida.
19. ¿Hacia adelante o hacia atrás?……………………………………………………..143
Instante crucial de la guerra — 6 de diciembre de 1941: se detiene la ofensiva alemana ante Moscú — La crisis de Brauchistsch — Repercusiones sobre la situación aérea en el oeste — Mi nueva sede de comando en él edificio del diario “Adelante” — Difícil comienzo — Opiniones de Jeschonnek sobre la continuación de la guerra — Todo sobre una carta — Los brillantes para la Cruz de Caballero — “Fragmentos del Führer y brillantes del Mariscal del Reich” — Cómo recobré el documento correspondiente siete años después de la terminación de la guerra.
20. Operación “Trueno”…………………………………………………………………….151
Mi primera misión importante como “Inspector General de la Aviación de Caza” — Los buques de guerra alemanes en Brest — Hitler considera su traslado a Noruega — Ve amenazadas sus operaciones en el Este desde él Norte — Aprensiones de la Marina de Guerra y de la Fuerza Aérea — Conferencia decisiva en el Cuartel General del Führer — Un aparte con Hitler: “Todo depende de la pantalla aérea” — Máximo Secreto — Comienzan los preparativos — Disponibilidad de las fuerzas de caza — Problemas de escolta — En el mejor de los casos 552 aviones de caza — El día X — Problemas atmosféricos — Ultimo cambio de opiniones — Los británicos advierten algo — Bombas sobre las unidades en su partida — Comienza la operación ‘’ Trueno’’.
21. La Irrupción…………………………………………………………………………………161
Noche plena de incógnitas — Al amanecer se recupera el tiempo perdido — Pasividad absoluta en el lado contrario — Llegan a la formación naval los primeros cazas dé escolta — Barrera de minas descubierta en el último instante — Vuelo a mínima altura y absoluto silencio radial — Mensaje de alarma enemigo — El mando adversario no le da crédito — Alcanzamos el estrecho sin ser molestados — Confusión en Gran Bretaña — A las 13:16 horas, primeras contramedidas — Todos los Swordfish abatidos — Incesantes combates aéreos — Del diario de guerra del Jefe de Caza a bordo — El “ Scharnhorst” choca con una mina — El tiempo empeora constantemente — Proezas sobresalientes de los pilotos y del personal de tierra — Otras dos colisiones con minas — Todas las naves alcanzan felizmente los puertos de destino — Completo éxito de la operación — Profunda impresión en Gran Bretaña — Adversario valiente — Triunfo de los cazas alemanes.
22. Entre Noruega y el África…………………………………………………………….173
Escolta hasta los fiordos de Noruega — Problemas de la guerra naval — La Batalla del Atlántico — La situación se altera a causa del radar — Preocupaciones de los aliados — Primer Plan Marshall: ataque a la Europa Occidental — Primeros bombardeos norteamericanos a Europa — Rommel lucha en el paso de Halfaya — Malta, problema clave — Falla el “blitz” contra la isla mediterránea — Con Göring, en Nápoles — Duro altercado — Con el Regimiento de Caza del Desierto — Marseille, el “Piloto de África” — Impresiones estremecedoras — Un informe franco para las altas esferas — El Alamein — ¡Victoria o muerte! — También en Stalingrado…
23. Una mirada hacia el otro lado……………………………………………………..181
A los treinta años, el General más joven de la Wehrmacht— Estudio de la situación enemiga — Amenaza de una ofensiva de bombardeo contra el territorio del Reich — Participación británica en la guerra aérea contra Alemania — Harris se hace cargo del mando — París, primer objetivo — Controversia anglo-norteamericana: ¿bombardeo nocturno de zona o ataques diurnos de precisión? — Solución de compromiso: ambas cosas, “round the clock bombing” — Se inicia la constitución de la 8ª AAF — Vuelo de formación en masa sobre el Atlántico — Bombas y propaganda — Mil bombarderos atacan Colonia, Essen y Bremen — Primeramente ataques nocturnos — La defensa aérea del Reich requiere prioridad.
24. Suena la hora de la defensa del Reich…………………………………………189
“Enfant terrible” de la Luftwaffe — Mis choques con Göring crecen en violencia — Modestos comienzos de la defensa aérea — Alemania atrae el bombardeo enemigo — La idea de la protección de objetivos importantes — Quién quiera ampararlo todo, no amparará nada — Aspecto luminoso: la caza nocturna — El método de “techo de cama” — Escenas en el ?. I. C. — Reunión de la caza diurna con la nocturna — Otoño de 1943: cinco divisiones de cazas — Caza nocturna en el este — Despreocupación del mando supremo.
25. Corriendo en pos del último cráter de bomba…………………………….197
Spaatz exige el dominio aéreo sobre Alemania — Aumenta el número de los aviones incursores británicos y desciende su cuota de pérdidas — Una oportunidad perdida: la caza nocturna de gran radio de acción — También ataques diurnos británicos aislados — Ases de la caza nocturna alemana — Bombas especiales para la destrucción de diques — Primeras experiencias con bombarderos cuatrimotores diurnos — Problemas de armamento — Misterioso encuentro con un Spitfire — El avance de Rommel sobre Alejandría posterga el comienzo de la ofensiva aérea norteamericana contra el Reich — Desembarco en el África del Norte — Encuentro con Darlan — Vuelo a Túnez — Abastecimiento aéreo a costa de pérdidas catastróficas — Conducción de los cazas desde Sicilia — Un vuelo a gran altura sin oxígeno — Evacuación de Sicilia.
26. La casa sin techo…………………………………………………………………………..209
1943: Alemania en retirada en todos los frentes — Fortaleza europea — Defensa antiaérea insuficiente — Primer ataque diurno norteamericano contra la zona del Ruhr — ¡Defensa periférica o central? — Speer teme por su industria de armamentos — El programa de cazas de Milch — 7600 aviones de caza en ocho meses — La plaga de los Mosquitos — Fuerzas de caza del este y el sur para la defensa del Reich — También son empeñados cazas nocturnos y cazas bimotores — Grupo 25 de experimentación — Aún no está conjurado el peligro, pero respiramos con alivio.
27. Hamburgo: Hora crucial de la Luftwaffe…………………………………….217
Empleo sorpresivo y en gran escala de innovaciones tácticas y técnicas por el enemigo — Inutilización de nuestro radar — Sistema de interferencia simple pero efectivo — El torrente de bombarderos — Efectos desastrosos — Ataques nocturnos británicos y diurnos norteamericanos, sin solución de continuidad — Las víctimas — Componentes de los éxitos anglo-norteamericanos — La guerra está perdida — Las posibilidades de Alemania — Necesidad ineludible de pasar a la defensa — Conferencia en el Cuartel General del Führer — Unanimidad y firme decisión: debe ser recobrada la superioridad aérea sobre el Reich — Hora decisiva — Hitler ordena: “ ¡ Nada de defensiva; en cambio, represalias!” — El conductor del ataque aéreo contra Gran Bretaña.
28. De una crisis a otra………………………………………………………………………225
Alfilerazos en contraposición a grandes bombardeos — El “Jabalí” — Caza nocturna “Clara” — Escasez de personal — De 70.000 oficiales, únicamente 800 para la aviación de caza — Problemas de instrucción — Desciende el nivel de rendimiento — Faltan reservas de material y personal — Göring reprocha a la caza haber fracasado — Orden del Führer: cañones de tanques para aviones de caza — En el castillo de Veltenstein el Mariscal del Reich se abandona a un acceso de ira — Solicito que se me envíe como combatiente al frente — “ ¡Aprobado!”.
29. Lucha contra el enemigo y los propios Mandos …………………………233
“En su puesto hasta nueva orden” — Göring pasa a la actividad — “El Mariscal del Reich se hace cargo del mando” — “Ataque aéreo a la fortaleza de Koepenick” — Guerra electrónica — Servicio de escucha — Nuremberg — Batalla de Berlín — Bombardeos con mal tiempo — Graves pérdidas de las fuerzas en misiones forzadas de defensa — Fin del “Jabalí” — Ataques diurnos, el peligro mayor — Objetivo: nuestra producción de aviones — La producción de cazas bajo el mando de Speer — Primer bombardeo de Schweinfurt — Vuelos de inspección en un avión de caza, listo para el combate — Y lo que sucedió en él — Tropiezo con una formación de cuatrimotores sobre el Mar del Norte — Una victoria de tipo académico — Empleo de cazas bimotores — Batalla aérea decisiva sobre Schweinfurt — Dominamos el temor a los grandes “bombarderos — Los norteamericanos amplían el radio de acción de su escolta.
30. Alemania entre medio…………………………………………………………………245
Lista de prioridades de la ofensiva aliada de bombardeo — Convicción norteamericana: la superioridad aérea únicamente es obtenible por los cazas — Göring no cree en cazas de escolta enemigos de gran radio de acción — En otoño de 1943 se hacen presentes — Tras una serie de triunfos defensivos alemanes los norteamericanos consideran insoportables las incursiones de bombarderos sin escolta — Crisis en el mando de las Fuerzas Aéreas Aliadas — Abrigamos nuevas esperanzas — No reconocemos aún toda la magnitud de la crisis — Suficientes problemas propios — Estructura de los regimientos, desgarrada — Flaquezas de los cazas bimotores — Creciente poderío de las fuerzas norteamericanas — Segundo frente aéreo — Bombardeos en péndulo — Dificultades atmosféricas — Pérdidas alarmantes — Agitada discusión en Schleissheim — Arrojo sobre la mesa, mi Cruz de Caballero.
31. El azote de Dios…………………………………………………………………………..257
Pesadísimos gravámenes en el invierno de 1943/44 — Aumento extraordinario de los ataques aéreos — Golpes aniquiladores contra Berlín — Tenaz voluntad de resistencia — 1944, año de máxima producción de aviones — Nuevo programa de cazas — Exijo absoluta prioridad para mi arma — En vano — Producción de bombarderos hasta el cansancio — Nuevo caza de escolta norteamericano, el P-51 “Mustang” — Creamos formaciones de combate — La época de las evasiones al combate — Evolución catastrófica — Ultimo eslabón de una cadena de errores y faltas — Proporción de fuerzas 1:7 — Fin del empleo del caza bimotor — Los Cazas de Asalto — Rechazo de la autoinmolación — Excelente prueba de capacidades — Un desfile vergonzoso para nosotros: 800 B-17, pasan a nuestro lado — Una victoria — Perseguido hasta casa por los “Mustangs”.
32. La invasión, principio del fin………………………………………………………265
Tenaces esfuerzos por el fortalecimiento de la aviación de caza — Primer intento de crear una reserva — La invasión echa por tierra todos los planes — ¿Por qué no desde el Mediterráneo? — Eisenhower va a Londres — Condición previa: anulación de la Luftwaffe — También los norteamericanos se dedican pasajeramente al bombardeo de zona a ciegas — Pesada tarea para nuestros cazas — Perfeccionamientos tácticos — Gigantesco ataque contra nuestra industria aeronáutica — La “gran semana” — Los enemigos sobreestiman sus efectos — Los cazas norteamericanos pasan a la ofensiva — Preparativos de la invasión — Blancos ferroviarios — Contra las bases de las armas V — Golpe de muerte para la Luftwaffe: la ofensiva aliada contra la producción de combustible — Escasez insoportable de combustible, desde septiembre de 1944 — 11 de mayo: comienzo de los preparativos finales para la invasión — 100 cazas alemanes contra 12.837 aviones enemigos — Incertidumbre acerca del desembarco — Retraso en la emisión de las órdenes definitivas.
33. “¿Dónde está la Luftwaffe?”……………………………………………………….279
Compacta pantalla aérea de los aliados — Desorganitación de las comunicaciones — Traslado de refuerzos y reservas bajo pésimas condiciones estratégicas — Graves pérdidas durante el mismo — Desventajas operativas — Las primeras bases aéreas enemigas sobre el continente — La superioridad aérea total del adversario obstaculiza nuestros movimientos — Nos ocultamos en los bosques — Reorganización y segunda formación de reservas — Continúa la ofensiva de bombardeo contra el combustible — Comienza el ataque a Londres con armas V — Ataque de represalia contra Berlín con 2000 toneladas de bombas — ¿Apertura del tercer frente aéreo? — Roosevelt solicita bases aéreas de la Unión Soviética — El desastre de Poltawa — Producción alemana en merma — 7700 toneladas de bombas sobre St. Lo — Derrumbe de las defensas en Normandía — Graves pérdidas en los combates aéreos — 500 aviones por semana — Ingentes gravámenes también para los aviadores aliados — Aún vive la Luftwaffe — 700 cazas de reserva — Inspección de las unidades en los frentes — Orden del Führer: emplear las reservas en el movimiento de retirada — Speer y yo tratamos de obtener contra orden — Hitler termina bruscamente la entrevista.
34. “El gran golpe”…………………………………………………………………………….293
Hitler pretende disolver la aviación de caza — Adaptación de la producción de cazas a la de artillería antiaérea — Quemazón de la reserva de caza en Francia — Señales de disolución — El adversario nos da por liquidados — Los bombarderos de la RAF reinician sus vuelos diurnos — Nuevo ordenamiento en las bases de la zona del Rhin — Preparativos para un “gran golpe” — El avance aliado se detiene en el Westwall — Italia, los Balcanes y el Frente Oriental — Varsovia, último acto de la cooperación entre los aliados occidentales y el oriental — Empleo de las armas V y medidas de defensa — El avance de Montgomery en el norte — Fracaso de la operación de tropas aerotransportadas en Arnheim — Septiembre de 1944: 4103 aviones, ¡la producción más cuantiosa de toda la guerra! — Crece la tercera reserva de cazas — Enseñanza para los aliados: la moral alemana es inquebrantable —Inmenso recrudecimiento de los bombardeos — La paralización de las comunicaciones y del abastecimiento de combustible, deben conducir a la asfixia de la producción de guerra alemana —Un “gran golpe” debe variar la situación — ¡3700 cazas listos para la acción! — El mando contiene sus nervios — Piensa en un ‘’gran golpe” muy distinto del que yo proyectaba — Concentración de la ofensiva en las Árdenas — ¿Dónde queda el sentido de esta guerra? — Por qué no arrojar las últimas fuerzas disponibles contra la Unión Soviética? — Una última acción forzada devora los restos de la substancia disponible.
35. ¡Qué probabilidades habíamos tenido…! …………………………………..307
Se me destituye como Inspector General de la Aviación de Caza — Mirada retrospectiva libre de amargura — Crisis en el mando de la Luftwaffe — ¿Qué será del Jefe de la Ofensiva contra Gran Bretaña? — Göring insulta a la aviación de caza — Parlamento de la Luftwaffe en Gatow — Lützow presenta nuestras exigencias — El “motín de los cazas” — Debo organizar una unidad de cazas a retropropulsión — Teniente General y Jefe del Escuadrón — Historia de la caza a retropropulsión — El Me-163 — Fatal interrupción de los estudios técnicos en 1940 — ¡1000 kilómetros por hora! — Empleo para la defensa de objetivos — Primer caza a retropropulsión por turbina, el Me-262 — Mi primer vuelo en la nueva máquina — “Es como si me impulsara un ángel” — Informe por teletipo: Un hallazgo de decisiva importancia.
36. La tragedia de los cazas a reacción………………………………………………319
Una oportunidad sin precedentes — Göring convencido por mis razonamientos — Hitler niega su consentimiento — Retraso de año y medio en la construcción del Me-262 — Hitler: “¿puede este avión transportar bombas?” — “¡He aquí por fin el bombardero relámpago!” — Prefiero un Me-262 a cinco M-109 — Nuevo programa de rearme aéreo: 1.000 Me-262 mensuales — Nueva negativa de Hitler — La producción de bombarderos continúa al tope de las prioridades — De la línea de producción al montón de chatarra — El Me-262 es convertido en ‘’ bombardero ultrarrápido” — Su tarea: rechazar la invasión — Cuando ésta se inicia no hay una sola máquina lista para el combate — Primer empleo a fines de agosto de 1944 — Elemento híbrido de la Luftwaffe — El IX Cuerpo Aéreo — Comando secreto para la prueba de cazas a turbina — Los cazas le ponen a Hitler los nervios de punta — “… prohíbo. Firmado: El Mariscal del Reich” — Spaatz: “los mortales cazas a retropropulsión alemanes…” — Himmler finalmente propone la creación de la primera unidad de cazas a turbina — Brillantes éxitos — La muerte de Nowotny — “Milicia popular” del aire.
37. Los últimos……………………………………………………………………………………..331
El “caza popular”, He-162 — ¿Por qué se abandonó el Me-262? — Dos meses y medio desde el proyecto a la producción en serie —Nueva reforma de la estrategia aérea aliada — Lucha contra los cazas a retropropulsión alemanes — En Malta, conversaciones previas a la conferencia de Yalta. — La operación “Clarion” pone fin a la guerra aérea estratégica de los aliados — Organización de mi unidad “JV – 44” — En combate con base en Munich-Riem — Ultima entrevista con Göring — Riem bajo constante ataques aéreos — Por fin, cohetes como armamento adicional — Derribo dos Marauders con sendas salvas de los nuevos proyectiles — Mi último combate en el aire — Derribado otra vez — Del caza a turbinas al cráter de bomba más próximo — El fin de Saleburgo.
Bibliografía…………………………………………………………………………………………..343
Índice de fotografías:
1.- Piloto deportivo sobre los suburbios de Buenos Aires.
2.- Presentación del Pulqui II.
3.- Ataques rasantes contra los rojos. Mi escuadrón con He-51.
4.- El Me-109 decide la superioridad aérea en la guerra civil española.
5.- Una sección de Me-109.
6.- Me-110 equipan las unidades de “caza seleccionada” de la Luftwaffe.
7.- Un Stuka Ju-87 en pleno ataque sobre Inglaterra.
8.- La costa británica de Dover vista desde el Cabo Gris Nez.
9.- Al regresar de un encarnizado combate.
10.- Una conferencia en el Canal.
11.- Hitler conversa conmigo acerca de Inglaterra.
12.- Una gran esperanza frustrada: el caza bimotor Me-110.
13.- Göring dice: “Los cazas son responsables de las pérdidas de bombarderos sobre
Inglaterra”.
14.- Cazas-bombarderos contra Inglaterra.
15.- Udet en el Canal.
16.- Honores máximos en el funeral de Udet.
17.- Aeródromo de campaña del Regimiento 26 de Caza en Wissant.
18.- 1941: por fin entra en combate el FW-190.
19.- Demasiado para un piloto de caza. Cabina del FW-190.
20.- Soy condecorado con los Brillantes de la Cruz de Caballero… por cuarta vez.
21.- Stukas en apoyo del Afrika Korps.
22.- El virtuoso sin par entre los pilotos de caza de la II Guerra Mundial: Hans
Joachim Marseille
23.- El Me-110 como caza nocturno equipado con radar.
24.- El Me-109 es recargado con accesorios exteriores y recibe el apodo da “Chichón”
25.- En mayo de 1941 un caza-cohete Me-163 supera los 1000 k/h.
26.- “Es como si un ángel me impulsara”.
27.- Un Me-262 vale más que cinco Me-109.
28.- “¡He aquí, finalmente, al bombardero relámpago!”.
29.- Con mi fiel mecánico el Suboficial Meyer.
30.- Superior a la superioridad numérica del enemigo.
Índice de gráficos:
Batalla de Gran Bretaña 1940.
Paso de los acorazados alemanes por el Canal de la Mancha, el 12 de febrero de 1942
Ataques aéreos contra Schweinfurt y Regengburg.
Gráfico de cantidad en peso de bombas lanzadas y su distribución por blancos.
Gráfico de producción de aviones 1940-44.
Prólogo de la primera edición española
por el GENERAL FERNANDEZ-LONGORIA,
Jefe del Estado Mayor del Aire
La Segunda Guerra Mundial ha producido una abundante literatura, en forma de memorias, relatos de campañas e historias particulares y generales, que permiten estudiarla en sus más diversos aspectos, algunas de cuyas obras más destacadas han sido ya publicadas en España. Ahora la aparición de las Memorias del General Galland, brinda al lector español el conocimiento de una de las facetas más interesantes y de mayor valor histórico de la pasada conflagración mundial: la guerra aérea vista desde el lado alemán, y más particularmente la acción de las fuerzas de caza alemanas y el desarrollo de la lucha en el aire, tal como fué observado desde los puestos directivos de la defensa aérea de Alemania.
A quienes siguieron la marcha de la guerra a través de los partes de operaciones y de los relatos de prensa, la personalidad del autor les es sobradamente conocida, pues su nombre figuró repetidas veces en los comunicados del Mando Supremo alemán. Para quienes no tienen ese conocimiento del General Galland, diremos que se trata de un excepcional piloto de caza, que inició su larga serie de victorias aéreas luchando brillantemente como voluntario de la magnífica Legión Cóndor en nuestra Guerra de Liberación contra el comunismo, y que en la Segunda Guerra Mundial figuró, junto a hombres como Mölders, Marseille, Oesau y Nowotny, entre los ases de la caza alemana que derribaron en combate más de cien aviones enemigos. A los treinta años de edad, tras haber ganado las más preciadas condecoraciones al valor, fué ascendido a General de la Luftwaffe y nombrado Inspector General de la Aviación de Caza, desde cuyo puesto dirigió la actuación de la caza alemana durante más de tres años, hasta que a principios de 1945 fue relevado a causa de su disconformidad con las ideas del Alto Mando. Entonces volvió, con el grado de Teniente General, a luchar en el aire, pilotando uno de los primeros aviones a reacción; hasta que fué herido por última vez en combate aéreo, días antes de terminar la guerra
A lo largo del libro el lector seguirá con creciente interés la fulminante carrera del General Galland, con su firme vocación de aviador, su apasionada entrega a la caza y sus extraordinarios servicios de guerra como combatiente y como jefe, mientras paralelamente verá desarrollarse la vida de la Luftwaffe, su gestación secreta, su sorprendente renacer, su crecimiento portentoso, sus victorias y sus reveses, hasta que sucumbe al fin, bajo la aplastante superioridad del poder aéreo de los aliados.
Los hechos más salientes de la guerra en el aire, lo que equivale a decir los acontecimientos más decisivos de la Segunda Guerra Mundial en el teatro europeo, aparecen descritos con detalles y datos del mayor interés, muchos de ellos inéditos o mal conocidos, y son certeramente enjuiciados, así en la causa determinante de sus resultados, como en sus consecuencias inmediatas y lejanas.
Ejemplo de Comandantes de Caza, el General Galland ejerció las más altas funciones de mando sin dejar un momento de ser combatiente activo de primera línea. Fruto de esa experiencia excepcional, sus observaciones sobre la lucha en el aire y sus opiniones acerca de la táctica y la conducción del combate aéreo son lecciones magistrales, muchas de las cuales conservarán plena vigencia en tanto exista guerra en el aire.
Particularmente valiosa como aportación a la Historia es la exposición de sus diferencias con el Mando Supremo, acerca de la defensa aérea de Alemania frente a la ofensiva de bombardeo aliada. Como Inspector de la Aviación de Caza, el General Galland llamó insistentemente la atención sobre la gravedad extrema del peligro que para la economía alemana y para la marcha de la guerra, representaban los ataques de las fuerzas de bombardeo inglesas y norteamericanas, y repetidamente solicitó que se adoptaran medidas para mejorar la defensa, y en especial que se concediera prioridad absoluta a la producción de cazas. Sus advertencias no fueron escuchadas y sus peticiones quedaron una y otra vez desatendidas. El Mando Supremo alemán, que había demostrado en la preparación de la guerra una clara visión de las inmensas posibilidades del poder aéreo en relación con la lucha de superficie, reveló una gran falta de comprensión del verdadero alcance de la guerra aérea y de su problema clave, posiblemente, como señala Galland, a causa de las erróneas deducciones que extrajo de la Batalla de Inglaterra, y fué incapaz de prever la marcha inexorable que habían de seguir los acontecimientos a consecuencia de la acción estratégica del poder aéreo anglo-norteamericano, en constante y progresivo crecimiento.
Es, ciertamente, muy dudoso que una mejor estimación del problema por los altos dirigentes alemanes hubiera podido hacer cambiar el resultado final, pues la inferioridad de Alemania, desde la entrada en guerra de los Estados Unidos, era general y completa. Pero es lo más probable que, de haberse valorado con mayor exactitud la gravedad y magnitud del peligro aéreo, la estrategia alemana y aun la política de guerra hubieran sido diferentes, y al menos se habrían evitado muchas destrucciones, sufrimientos y pérdidas de vidas al pueblo alemán.
En todo caso el no haber dado oportunamente a la defensa aérea la prioridad absoluta que debía tener y el no haber comprendido el carácter decisivo de la guerra aérea, origen de que la defensa alemana no representara un esfuerzo de lejos comparable al de los aliados para montar y mantener su ofensiva de bombardeo, son errores que deben figurar entre los más fundamentales cometidos por el Mando Supremo alemán en el transcurso de la guerra.
La lectura de las páginas que describen la Batalla de Alemania, con sus terribles destrucciones, sus grandes combates aéreos y su continua pugna técnica y táctica entre el combate y la defensa, llevarán, sin duda, al lector a pensar en lo que sería una nueva guerra aérea y a preguntarse hasta qué punto las lecciones de la pasada contienda mundial serán de aplicación en el futuro.
Es difícil contestar a esa interrogante. La guerra se encuentra en plena transformación, a consecuencia del vertiginoso progreso científico y técnico de los últimos años, que ha puesto en manos del hombre nuevas armas de inmenso poder destructor, sin comparación ni escala posible con nada de lo antes conocido y no se puede conocer aún el verdadero alcance de esta evolución, que aun no ha llegado a su término. Pero es ya indudable que el empleo de las armas de destrucción en masa ha de hacer cambiar el carácter de la guerra y las ideas últimamente vigentes sobre su conducción, en medida aún mayor que la aparición del poder aéreo hizo cambiar el carácter y las doctrinas de la antigua guerra de superficie.
Se ha consumado la transformación, que estaba en marcha, de la guerra de ejércitos en guerra total. La acción de las armas atómicas; especialmente las termonucleares, sobre un número relativamente reducido de objetivos bien seleccionados en el interior de cualquier país, debe inevitablemente llegar a producir efectos aniquiladores en su capacidad bélica, a causa de la desarticulación del mecanismo director del Estado y la destrucción de sus principales núcleos vitales y económicos, y es forzoso admitir la posibilidad de que la guerra quede virtualmente decidida, incluso en días o semanas, exclusivamente por esos medios.
Por consiguiente, la cuestión absolutamente primordial que hoy plantea la guerra es la de llevar a cabo ataques atómicos y termonucleares sobre los centros vitales del país enemigo e impedir que éste llegue a realizarlos sobre el país propio. Todos los demás problemas pasan a ser de orden secundario.
En tanto el avión sea el medio más adecuado, sino el exclusivo, para poner en ejecución la nueva estrategia atómica, la ofensiva aérea ha de ser considerada como la acción absolutamente principal de la guerra. La defensa aérea indirecta y directa, única forma de acción frente a la ofensiva nuclear enemiga, le sigue inmediatamente en importancia.
En el estado actual de la cuestión, la ofensiva tiene grandes ventajas. Puede decirse sin ninguna exageración que la defensa contra la moderna aviación de bombardeo atómico es el problema más arduo y vital que jamás se ha planteado a los Mandos militares responsables de la preparación de la guerra. No se trata ya, como en la pasada contienda mundial, de rechazar los ataques de grandes masas de bombarderos, sino de impedir que un pequeño número de aviones que vuelan a mil kilómetros hora, por encima o al límite del alcance de la artillería antiaérea, logren llegar a sus objetivos y lanzar una bomba cuyo poder destructor es decenas de veces mayor que el acumulado en los más devastadores ataques de bombardeo sobre Alemania. En rigor, para conseguir tal cosa, todo avión enemigo que aparezca en el horizonte debería ser interceptado. Como en el estado actual de los armamentos ésto es imposible, resulta que la única defensa realmente eficaz está en la disuasión. La mejor defensa aérea es una poderosa aviación de bombardeo atómico.
Pero ni aun la posesión de esta fuerza ofensiva de represalias releva de la necesidad de disponer de una defensa aérea análoga a la de la pasada guerra, a base de aviación de caza, para el caso de que la disuasión no surta sus efectos. Por el contrario, esta defensa tiene que ser hoy más completa y numerosa que antes y ha de estar perfectamente organizada y lista para entrar instantáneamente en acción y funcionar con absoluta exactitud, desde el momento mismo de la iniciación del ataque enemigo.
Se ha especulado mucho sobre si las armas atómicas serán o no empleadas. Cabe imaginar que no lleguen a serlo en una guerra entre las grandes potencias mundiales o que tengan una utilización limitada, con fines exclusivamente tácticos. Pero esta hipótesis es de todo punto improbable, pues jamás se dejó de usar sin restricción un arma realmente decisiva. Hay que hacerse a la idea de que si hay Guerra Mundial III las armas de destrucción en masa serán empleadas sin limitación con fines estratégicos.
Debe esperarse una primera fase, que girará en torno del ataque aéreo atómico y la defensa aérea, la cual virtualmente decidirá la guerra. Durante esa fase, se luchará enconadamente en el aire, poniendo a contribución todos los posibles recursos tácticos y técnicos. Y será preciso acudir a la experiencia de la Segunda Guerra Mundial para deducir doctrinas y procedimientos de combate, y evitar errores, que en la guerra nuclear serán irreparables.
En este aspecto, las Memorias del General Galland ofrecen multitud de enseñanzas y sugerencias, de indudable valor y actualidad.
Madrid, 1955.
PREFACIO DEL AUTOR
La capitulación de la Wehrmacht, producida el 8 de mayo de 1945, que puso fin en Europa a la Segunda Guerra Mundial, significó para nosotros, los pilotos de la Luftwaffe, mucho más que la terminación de un conflicto en el que habíamos luchado durante casi seis años. La derrota militar del Reich fué para nosotros —lógico es comprenderlo— el derrumbe de todo un mundo. En cumplimiento de nuestro deber de soldados del aire habíamos levantado vuelo día a día durante todo él transcurso de las hostilidades, casi siempre frente a una abrumadora superioridad numérica, hasta que el avance de los tanques aliados sobre nuestras bases nos obligó a destruir nuestros aviones a reacción, en aquel entonces los mejores cazas del mundo.
Tuvimos que recorrer la amarga senda que lleva a los campamentos de prisioneros y oficinas de interrogación. Comprendíamos claramente que por mucho tiempo, sino para siempre, estaríamos impedidos de retomar contacto con aquello por lo que habíamos trabajado tanto y que constituía para nosotros el sentido mismo de la vida: ¡la aviación!
Recuerdo aún con gran exactitud el desconsuelo que nos invadió en aquél otro mundo, tras las alambradas, y que no nos abandonó ni aún recobrada la libertad, en una Alemania derrotada y ocupada, desmembrada y regida por los aliados.
Severísimas disposiciones prohibieron a mi patria el estudio, el desarrollo técnico y cualquier otra actividad en el terreno de la aeronáutica. Mientras tanto, las naciones vencedoras continuaron progresando febrilmente en esta rama de la que habíamos sido sustraídas precisamente en el instante en que, mediante el empleo de revolucionarias medios de propulsión, nos habíamos acercado a la velocidad del sonido, abriendo a la humanidad perspectivas nuevas e insospechadas en los aspectos técnicos y militares de la aviación.
¿Podíamos, en aquellos momentos, tener la esperanza de retomar algún día el contacto con tan vertiginoso desarrollo? Para nosotros, volar era algo más que un deporte o una profesión; ¡era pasión y motivo para constituir el contenido y el fin de toda nuestra vida! ¿Debíamos resignarnos a ser dejados de lado, como un montón de chatarra?
Cuando la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin, yo contaba treinta y tres años de edad. Es verdad que los últimos que habíamos vivido pesaban mucho sobre nosotros. Cada año de guerra —suele decirse— vale por dos. Pero los que sobrevivimos, aparte de poseer el tesoro inapreciable de una óptima preparación y capacitación profesional, habíamos reunido una suma de experiencias, única en su género, en centenares de misiones personales y en el mando de distintas unidades. ¿Debíamos condenar a ese capital a sufrir un estancamiento infructuoso? ¿Tendría que tornarse inoperante a través de años de inactividad?
Afortunadamente, no faltaron llamados de todas partes del mundo a los hombres de ciencia, técnicos y especialistas aeronáuticos alemanes. Debo hacer notar aquí que no fué el afán de la guerra o la supuesta e impenitente tendencia de los germanos al militarismo, lo que indujo entonces a estos hombres a buscar aplicación a su capacidad y experiencia fuera de las fronteras de la patria. El amor a la aviación, la miseria y la absoluta esperanza de los años de postguerra, constituyeron motivo más que suficiente para ello.
En aquella hora crucial, algunos de nosotros recibimos el llamado de una nación con la que la nuestra, siempre y en toda hora, estuvo vinculada por lazos de sincera amistad, y cuya hidalguía y lealtad eran proverbiales en toda Alemania, desde mucho antes de los días del acorazado “Graf Spee”. Allí se me ofrecía la posibilidad de reanudar mi vida de aviador, bloqueada sin esperanzas por el infortunado fin del conflicto, al servicio de un país amigo que nos recibía sin prejuicios y con los brazos abiertos.
Mis esperanzas se cumplieron plenamente. En la Argentina y muy especialmente en el círculo de camaradas argentinos me sentí a mis anchas desde el mismo instante de mi llegada. La grandeza del país, sus múltiples bellezas, la amable, franca y abierta manera de ser de su pueblo, todas aquellas virtudes que encierra el vocablo “gaucho”, despertaron en mí la misma respetuosa simpatía que me suscitaron la vitalidad y la voluntad creadora de esa joven nación, factores éstos que han influido en los admirables progresos que en materia social, económica y política ha experimentado en los últimos años, bajo la conducción de su Presidente, el General Juan Perón.
Mi tarea como consejero técnico de la Fuerza Aérea Argentina es por demás interesante. Me pone en contacto con el Comando y también con las Unidades Aéreas, que me atraen particularmente. Entre los aviadores de todo el mundo siempre han existido fuertes vínculos de camaradería.
El vuelo ya es un deporte popular en la Argentina. Un observador extranjero dijo cierta vez para precisar su rápido desarrollo, que “el argentino desmonta del caballo para subir directamente al avión”. Realmente, el espíritu de un jinete y el de un aviador guardan extraña y natural afinidad. En Alemania, durante la Primera Guerra Mundial, muchos de los primeros aviadores militares salieron de los cuadros de caballería. Y en el país de los gauchos, la aeronáutica debía por fuerza encontrar un terreno excepcionalmente fértil. Así como es un jinete hábil y automovilista destacado y entusiasta, ya sobre las pistas de carreras o en medio del tránsito callejero, posee también el argentino todas las propiedades del buen aviador. La aeronáutica tiene efectivamente, en este país, un brillante porvenir.
Cuando a fines de 1948, inmediatamente después de mi llegada, fui recibido en el Ministerio de Aeronáutica, me impresionaron profundamente el respeto y la camaradería que caracterizaron aquella bienvenida. En todo el mundo existían barreras para todo lo alemán. En cambio, entre las Fuerzas Armadas Argentinas, no tropezamos con prejuicios de ninguna naturaleza. Ante los ojos de los camaradas argentinos habíamos perdido la guerra, pero no el honor. Ninguno de nosotros podrá olvidar jamás la innata caballerosidad de la Nación Argentina que se evidenció plenamente en aquella recepción.
Los cinco años que llevo al servicio de la Fuerza Aérea Argentina representan para mí una etapa más en el desarrollo de la aeronáutica mundial. Entiendo haber servido lealmente al país amigo, con el mismo celo con que serví a mi patria. Tras la pausa forzosa que los primeros años posteriores a la guerra impusieron a mi actividad aeronáutica, debo a la Argentina la liberación de aquel sentimiento de anquilosamiento e impotencia que significa para todo aviador militar la pérdida del contacto con la evolución y el progreso de su arma.
Sean por este motivo dedicadas las primeras páginas de este libro a expresar a esta gran Nación del Plata, llamada a un glorioso porvenir, el testimonio de mi profundo y sincero agradecimiento.